En el universo de la hostelería, el menaje es parte importante de la carta de presentación. Cada detalle cuenta, y en este ballet de impresiones, las servilletas y manteles desempeñan un papel protagonista. La exquisitez no solo se degusta, también se observa y se siente al tacto. Así que, ¿cómo lograr que estos elementos, tan cruciales para la experiencia del comensal, destilen suavidad y frescura? ¿Cómo lavar y planchar servilletas y manteles?
Comencemos por el lavado
En el corazón de cualquier establecimiento culinario, y en cualquier hogar donde la cocina tenga gran importancia, la lavandería se convierte en el bastión de la excelencia. Utilizar detergentes de calidad es el primer paso para preservar la integridad de las fibras y eliminar cualquier vestigio de manchas.
Optar por suavizantes con fragancias sutiles añade un toque final que no pasa desapercibido. La elección de programas de lavado suaves y temperaturas adecuadas asegura que las telas se mantengan resistentes y suaves como la primera vez.
El secado, otro capítulo crucial
Si bien la tentación de acelerar el proceso puede ser grande, las servilletas y manteles merecen un tratamiento más pausado. Colgarlos para que se sequen al aire libre permite a las telas deshacerse de tensiones innecesarias y contribuye a mantener su forma y suavidad. Un toque adicional podría ser agregar al secado fragancias naturales, como lavanda, que infundirán un aroma sutil y fresco a las telas.
El arte de planchar manteles y servilletas
Es una destreza que no puede pasarse por alto. Aquí, la elección de la plancha es vital. Optar por aquellas con tecnología de vapor proporcionará resultados superiores, eliminando arrugas de manera eficiente y dejando las servilletas y manteles con una textura sedosa.
Planchar en capas sucesivas y prestando atención a los detalles, como los dobleces y las esquinas, garantiza un acabado impecable.
Desde la perspectiva de la hostelería, estos cuidados textiles no son simples formalidades, sino inversiones en la creación de una experiencia gastronómica inolvidable.
Un restaurante que se preocupa por la calidad de sus servilletas y manteles no solo busca la excelencia visual, sino que también busca conquistar el sentido del tacto y el olfato de sus comensales. En este sentido, cada doblez, cada fragancia, se convierte en una nota en la sinfonía de la perfección gastronómica.
Vale, ¿pero cómo se hace adecuadamente? Te lo explicamos paso a paso.
- Selecciona la superficie de trabajo: Busca una superficie plana y firme para realizar el planchado. Idealmente, usa una tabla de planchar para facilitar el proceso.
- Prepara la plancha: Asegúrate de que la plancha esté limpia y en buenas condiciones. Llénala con agua si tiene una función de vapor.
- Ajusta la temperatura: Verifica las indicaciones de cuidado del mantel para ajustar la temperatura de la plancha según el tipo de tela. Algunos manteles pueden requerir un ajuste a temperatura media, mientras que otros pueden necesitar una temperatura más baja.
- Despliega el mantel: Extiende el mantel sobre la superficie de planchado de manera uniforme. Asegúrate de que esté estirado para evitar arrugas innecesarias.
- Humedece si es necesario: Si el mantel tiene arrugas persistentes, humedécelo ligeramente con un spray de agua limpia. Esto facilitará el alisado.
- Comienza por las esquinas y bordes: Plancha las esquinas y los bordes del mantel primero. Esto ayudará a establecer un marco ordenado.
- Plancha el centro: Desplaza la plancha hacia el centro del mantel, trabajando desde las esquinas hacia adentro. Mantén la plancha en movimiento para evitar quemaduras o brillos en la tela.
- Dobla los pliegues: Presta atención a los pliegues o dobleces naturales del mantel. Plancha cuidadosamente estos pliegues para que queden uniformes.
- Voltea el mantel (dale la vuelta) si es necesario: Si el mantel es más grande, puedes necesitar voltearlo o girarlo para alcanzar todas las áreas. Asegúrate de que cada sección reciba atención.
Trucos para planchar manteles grandes
Estos consejos para planchado de manteles te van a encantar. Antes de comenzar, verifica que la plancha esté en condiciones óptimas de calor y temperatura. Utiliza una tabla de planchar con base reflectante de calor, ya que dirige el calor hacia la prenda y reduce el tiempo de planchado.
Es recomendable que los manteles y las servilletas estén ligeramente húmedos antes de planchar. Emplea vapor y una temperatura moderada. Inicia planchando por el reverso y, posteriormente, haz lo mismo en el anverso para resaltar el brillo. En el caso de manteles oscuros, es preferible planchar solo el reverso.
Desliza la plancha en línea recta, evitando movimientos circulares, siempre en la misma dirección que las fibras del mantel.
Para casos de servilletas y manteles con bordados o costuras decorativas
Cuando el mantel cuenta con iniciales bordadas o algún diseño o costuras, coloca una toalla gruesa y blanca sobre la tabla de planchar y después ubica el mantel encima. Plancha por el reverso para que el bordado adquiera volumen y no se aplane. Luego, voltea el mantel y plancha alrededor del bordado, evitando pasar la plancha directamente sobre él.
Para manteles de gran tamaño, sitúate junto a una mesa y ve enrollando la sección ya planchada simultáneamente para prevenir arrugas.